Las víctimas habían sido secuestradas en la colonia Los Venados, donde fueron torturadas, degolladas y desangradas.

El 7 de septiembre fueron aprehendidos los presuntos responsables: Álvaro “N”, alias “El Santero”, señalado como líder, junto con sus cómplices Edgar “N”, “El Árabe”, y Ricardo “N”, “El Filos”. Según la fiscal María Elena Andrade Ramírez, los detenidos, originarios de otros estados, habían llegado recientemente a Tijuana con el objetivo de establecer su liderazgo criminal. Durante los cateos realizados en el inmueble que usaban como base de operaciones, los agentes encontraron altares, veladoras, figuras de metal, restos de animales y recipientes con sangre humana. Las autoridades indicaron que el grupo buscaba expandir su control en la estratégica zona fronteriza, utilizando actos de violencia extrema disfrazados de prácticas religiosas para intimidar a sus rivales.

Los tres detenidos enfrentan ahora cargos por homicidio calificado con ventaja mientras se investiga su posible implicación en otros crímenes en la región.