Esta crítica apunta directamente a la composición de la actual administración estatal, encabezada por la gobernadora Marina del Pilar Ávila Olmeda. Ruiz Uribe, quien ocupaba el cargo desde marzo de 2019, manifestó su intención de construir un proyecto “de la mano de la ciudadanía” para transformar el estado, lo que ha sido interpretado por analistas como un posible primer paso para buscar una candidatura a la gubernatura. Aseguró que a partir de ahora estará “más activo que nunca” y podrá hablar libremente sobre problemas como el cobro de piso y la corrupción, temas que consideraba vedados por su anterior rol institucional.

Su renuncia y sus declaraciones exponen una fractura dentro del partido gobernante en la región.