El consorcio Concesionaria Carril Confinado Tijuana 2000, formado por las empresas Calzada Construcciones y Construcciones y Dragados del Sureste, será responsable del diseño, construcción, operación y mantenimiento.

El gobierno estatal argumentó la necesidad de la concesión por no contar con los recursos para realizar la obra, la cual es parte del Plan Estatal de Desarrollo 2022-2027. La medida enfrentó un intento de plebiscito por parte de ciudadanos que se oponían a la privatización de una vialidad pública, pero el Instituto Estatal Electoral declaró improcedente la solicitud al no alcanzarse el número de firmas requerido. El proyecto, que se estima concluirá en 18 a 20 meses, también incluye la rehabilitación de los carriles existentes, que permanecerán libres de peaje.