Un trágico incidente ocurrió en un albergue de la Zona Norte de Tijuana, donde un menor de tan solo 13 años disparó y mató a un hombre. El suceso ha generado una profunda conmoción y ha abierto una investigación por parte de la Fiscalía General del Estado (FGE) para esclarecer las circunstancias del hecho, especialmente cómo el adolescente tuvo acceso a un arma de fuego. El hecho violento tuvo lugar en un albergue situado en la esquina de la avenida Baja California y la calle Constitución. Según los primeros informes, la agresión podría haber sido de naturaleza accidental; sin embargo, las autoridades han iniciado una investigación exhaustiva para determinar la secuencia de los eventos y las responsabilidades penales.
Un detalle crucial que complica la investigación es que el arma utilizada en el homicidio no fue encontrada en la escena del crimen. Las autoridades presumen que una tercera persona ingresó al lugar después del disparo y se llevó la pistola, lo que sugiere un posible intento de encubrimiento. Como resultado de las primeras diligencias, tanto el menor de 13 años como el responsable del albergue fueron detenidos y puestos a disposición de la FGE. La investigación se centrará en deslindar responsabilidades, determinar el origen del arma y esclarecer si el disparo fue intencional o accidental. Este caso pone de relieve la grave problemática del acceso de menores a armas de fuego y la violencia juvenil en contextos de alta vulnerabilidad social como el de la Zona Norte.
En resumenLa muerte de un hombre a manos de un niño de 13 años en un albergue de Tijuana es un suceso alarmante que ha llevado a la detención del menor y del encargado del lugar. La investigación de la FGE será clave para entender cómo un arma llegó a manos del adolescente y para definir las responsabilidades en esta tragedia.