La infraestructura urbana de Tijuana muestra signos de grave deterioro y mala planificación, como lo evidencia un reporte que califica 50 puentes peatonales y vehiculares como un peligro para la ciudadanía. A esto se suman los constantes retrasos en proyectos clave, como la remodelación de la avenida Revolución, afectando la seguridad y la imagen de la ciudad. Un análisis sobre el estado de los puentes en Tijuana revela un panorama preocupante: estructuras oxidadas, concreto dañado, falta de rampas de acceso para personas con discapacidad y acumulación de basura son el común denominador. Algunos puentes incluso son utilizados como bodegas improvisadas o como refugio para personas en situación de calle.
El informe destaca que, en lo que va de la administración de Ismael Burgueño Ruiz, "no se ha invertido recurso" para su mantenimiento o reparación. Esta situación de abandono se refleja también en la ejecución de obras nuevas. El proyecto de la plaza cívica en la avenida Revolución, en el corazón turístico de la ciudad, sigue sin concluir. A pesar de que la Comisión Estatal de Servicios Públicos de Tijuana (CESPT) había dado fechas anteriores, el presidente de los comerciantes de la zona, Carlos Robles Lliteras, ahora estima que los trabajos podrían terminar "para mediados o finales de octubre", meses después de lo previsto. Estos problemas sistémicos de mantenimiento y gestión de proyectos impactan negativamente en la movilidad, la seguridad y la economía local.
En resumenEl estado precario de decenas de puentes y los retrasos en obras emblemáticas exponen una profunda crisis en la infraestructura de Tijuana. Es urgente que las autoridades implementen un plan integral de mantenimiento y supervisión de proyectos para garantizar la seguridad de los ciudadanos y el correcto desarrollo urbano.