Esta iniciativa busca diversificar las fuentes hídricas y restaurar los acuíferos locales.
El diputado Adrián Humberto Valle Ballesteros presentó el exhorto en el Congreso estatal, fundamentando la urgencia en el alto estrés hídrico que padece Baja California y los mínimos históricos registrados en la presa Hoover en el Lago Mead, principal fuente de agua para la región. El legislador cuestionó sobre la existencia de proyectos estratégicos para el “día cero”, momento en que Estados Unidos podría racionar el suministro. La propuesta consiste en evaluar la factibilidad técnica de un proyecto que conduciría efluentes de las plantas de tratamiento Arturo Herrera, La Morita y Cueros de Venado, todas ubicadas en Tijuana. Valle Ballesteros recordó que en 2011 ya se había diseñado un proyecto similar para llevar aguas tratadas de Tijuana al Valle de Guadalupe, con una capacidad de mil 200 litros por segundo. Argumentó que, aunque un nuevo proyecto tuviera la mitad de esa capacidad, si esta agua se reincorpora ya tratada a los acuíferos de la cuenca del Río Tijuana, se “iniciaría un proceso de restauración de los acuíferos que podrían volver a ser explotados una vez recuperados”. Esta iniciativa es vista como una estrategia crucial para prevenir una crisis hídrica, diversificando las fuentes de agua y reduciendo la vulnerabilidad de la región ante las fluctuaciones del Río Colorado.