Los manifestantes afirman que cuando compraron sus propiedades, se les aseguró que la calle era cerrada y los terrenos aledaños estaban baldíos. Su preocupación inicial sobre la construcción del multifamiliar fue menor, ya que se había anunciado que el acceso principal sería por Jardines de Agua Caliente. Sin embargo, la constructora comenzó las obras de la rampa directamente en su calle, lo que desató la protesta. Además del congestionamiento vial, los vecinos temen por la seguridad de sus hijos, quienes suelen jugar en la calle.

Otra residente, la señora Marufo, expresó que el nuevo acceso incrementaría el tránsito, creando un riesgo constante.

También han denunciado daños a sus vehículos por la caída de material de construcción, de los cuales la inmobiliaria presuntamente no se ha hecho responsable.

Los afectados ya presentaron un oficio al ayuntamiento y tienen programada una reunión con un regidor para exponer su problemática.