La gobernadora de Baja California, Marina del Pilar Ávila Olmeda, reaccionó públicamente ordenando una investigación exhaustiva para deslindar responsabilidades. En sus redes sociales, afirmó: “He ordenado una investigación para conocer la causa y que los responsables asuman las consecuencias.

La salud y el bienestar de nuestra niñez es prioridad”. La Comisión Estatal para la Protección Contra Riesgos Sanitarios (COEPRIS BC) inició la toma de muestras de los alimentos y del agua para su análisis en laboratorio, mientras que equipos de la Secretaría de Seguridad y Protección Ciudadana Municipal (SSPCM) retiraron los alimentos sospechosos de los planteles para prevenir más casos. Este suceso ha generado una fuerte alarma entre los padres de familia y la comunidad en general, abriendo un debate sobre la necesidad de reforzar la supervisión y los controles de calidad en los programas de alimentación escolar para evitar que se repitan incidentes que pongan en riesgo la salud de los niños.