Según los informes, la víctima se desempeñaba como jefe de grupo del área de Robo de Vehículos en el municipio de Playas de Rosarito. Tras la agresión, fue trasladado para recibir atención médica, pero falleció debido a la gravedad de sus heridas. Este homicidio desató un fuerte operativo de seguridad en la zona, con la participación de diversas corporaciones que buscaron a los responsables, aunque no se reportaron detenciones inmediatas relacionadas con el crimen. El asesinato de un agente de investigación subraya el alto riesgo que enfrentan los elementos de seguridad en la ciudad y evidencia la audacia de los grupos criminales que operan en la región. Este tipo de ataques directos contra oficiales no solo busca eliminar a un elemento activo, sino también enviar un mensaje de intimidación a las corporaciones encargadas de combatir la delincuencia. La Fiscalía General del Estado (FGE) ha iniciado la carpeta de investigación correspondiente para esclarecer el móvil del crimen e identificar a los autores materiales e intelectuales, en un contexto de violencia que sigue representando uno de los mayores desafíos para las autoridades en Baja California.