Esta medida se suma a las restricciones parciales ya implementadas en otros campus como Mexicali, Valle de las Palmas y el Centro Universitario de Educación de la Salud (CUES). La iniciativa ha generado un debate dentro de la comunidad universitaria. Mientras que algunos la ven como una acción necesaria y proactiva ante la inseguridad, otros expresan dudas sobre su efectividad y proponen alternativas.

Una profesora de la Facultad de Humanidades señaló que el problema se concentra en las zonas solitarias y periféricas del campus por la noche, y sugirió aumentar el personal de seguridad en lugar de cercar el área.

Por su parte, una estudiante propuso que los propios alumnos se organicen para cuidarse mutuamente.

El rector reconoció que los delitos reportados en Tijuana han sido principalmente "robos, sin violencia afortunadamente", pero la medida busca prevenir incidentes más graves, como los ocurridos en el campus de Mexicali, donde estudiantes denunciaron asaltos e incluso un intento de secuestro.