Este auge está generando una significativa derrama económica y ayudando a transformar la percepción de la ciudad a nivel internacional. Según Pedro Montejo Peterson, secretario de Desarrollo Económico del ayuntamiento, el Festival de Cine de Tijuana (FCTJ) actúa como “punta de lanza para revitalizar la industria fílmica regional”. Las cifras respaldan esta visión: de las 32 producciones cinematográficas que se desarrollan actualmente en Baja California, con una derrama económica asociada de 8 millones de dólares, el 54.6% se concentran en Tijuana.

Este dinamismo beneficia directamente a cientos de familias y empresas locales vinculadas al sector.

Además del impulso de las grandes plataformas, la ciudad cuenta con un creciente talento local. Montejo Peterson destacó que se han gestado 98 proyectos emergentes en escuelas y universidades como la UABC, CESUN y la Universidad Ibero, lo que demuestra la existencia de un “sólido ‘pipeline’ de talento y oportunidad”. El objetivo es que el FCTJ se convierta en el mejor festival de cine del país, elevando los estándares de organización y alcance, y activando una red de colaboración que conecte a cineastas, empresas y audiencias para capitalizar la creatividad de la frontera.