La casa tiene capacidad para 30 personas, con planes de ampliarse a 50, y actualmente alberga a 10.

Tania Rodríguez Zafra, directora general de Ayuda en Acción México, explicó que el programa busca que los migrantes consideren a México como un destino y no solo como un país de tránsito. El proceso de acompañamiento en la casa dura entre uno y tres meses, durante los cuales se trabaja en la adaptación y se ofrecen capacitaciones en oficios como corte de cabello, aplicación de uñas y servicios hoteleros, con el objetivo de brindar opciones de ingresos seguras y alejadas del crimen organizado.

Tras este periodo, se les apoya para que inicien una vida independiente, con seguimiento durante el primer año.

Karla Rivas, una de las residentes originaria de Honduras, manifestó sentirse más segura desde su llegada y expresó su intención de permanecer en Tijuana con sus tres hijos.