Los deslizamientos en esta área se reportaron por primera vez en 2024 y, hasta la fecha, 24 viviendas han sido etiquetadas con engomado rojo de alto riesgo.

A pesar del peligro evidente, algunos residentes se niegan a evacuar sus hogares.

El gobierno municipal está realizando estudios geotécnicos para determinar la profundidad del suelo firme y planificar obras de contención. “Se están realizando los estudios geotécnicos para identificar a qué profundidad tenemos un suelo firme y junto con la Secretaría de Desarrollo Territorial y Urbano, poder determinar los trabajos de contención y reparación de la vialidad”, precisó el director de Protección Civil. Las autoridades mantienen reuniones periódicas con los residentes, pero la situación sigue siendo crítica, evidenciando el antiguo problema de los asentamientos irregulares en zonas de riesgo en Tijuana.