Esta medida busca atraer a una audiencia masiva y capitalizar el interés generado por la histórica colaboración con Lucha Libre Triple A.
La estrategia de transmisión rompe con el modelo tradicional de WWE, que reserva sus eventos especiales, conocidos como Premium Live Events (PLE), para plataformas de suscripción como Netflix. Al ofrecer Worlds Collide sin costo alguno, la compañía elimina la barrera de pago y abre el espectáculo a millones de aficionados en todo el mundo que siguen sus contenidos en redes sociales. La transmisión estará disponible tanto en inglés como en español, asegurando que el público de habla hispana, un mercado clave para esta colaboración, pueda disfrutar del evento en su idioma. La decisión parece estar motivada por el deseo de dar la máxima visibilidad posible a la alianza con Triple A, utilizando el evento como una carta de presentación para audiencias que quizás no están familiarizadas con el producto de la empresa mexicana. Además, al realizarse inmediatamente después de la transmisión de SmackDown, WWE busca retener a su audiencia y dirigirla hacia sus plataformas de streaming gratuitas. Esta jugada de marketing aprovecha la enorme base de seguidores que ambas empresas poseen en plataformas digitales para crear un evento de visualización masiva, fomentando la interacción y el debate en tiempo real, lo cual podría traducirse en un mayor interés por futuros eventos y productos de ambas marcas.