Sin embargo, los artículos aclaran que todo fue parte de una historia planeada.

Curiosamente, este ángulo controversial sirvió para un propósito práctico: la "pérdida del ojo" fue el pretexto perfecto para sacar a Rey Mysterio de la programación televisiva durante varios meses. Esto le permitió recuperarse de una lesión legítima, no relacionada con la historia, sin romper la continuidad de la narrativa.

Una vez recuperado, Mysterio regresó para buscar revancha, demostrando cómo WWE utiliza sus storylines para manejar situaciones reales de sus talentos.