
WWE consolida su expansión con la adquisición de Lucha Libre AAA
La World Wrestling Entertainment (WWE) concretó la adquisición de la promotora mexicana Lucha Libre AAA, una transacción que redefine el panorama de la lucha libre a nivel global. Este movimiento estratégico, anunciado en marzo de 2025, consolida la expansión de WWE en el mercado latinoamericano y abre la puerta a colaboraciones sin precedentes. La compra de AAA por parte de WWE, ahora bajo el conglomerado TKO Group Holdings, fue descrita en múltiples reportes como una “gran noticia” y una oportunidad histórica para el talento mexicano. La fusión permite a los luchadores de AAA tener una plataforma de exposición internacional mucho mayor, con apariciones en eventos en Estados Unidos, como se evidenció de inmediato con la realización del evento interpromocional “Worlds Collide”. Esta alianza estratégica no solo implica un intercambio de talento, sino que representa una integración más profunda, donde WWE toma el “control” de la promotora mexicana para alinear visiones y crear un producto globalizado. La estrategia busca capitalizar la rica tradición y el estilo único de la lucha libre para atraer a una nueva demografía de aficionados a nivel mundial. La unión ya ha comenzado a rendir frutos, facilitando la creación de carteleras con enfrentamientos inéditos y defensas de campeonatos de AAA en eventos producidos por WWE, marcando el inicio de una nueva era de cooperación que podría transformar permanentemente la industria del entretenimiento deportivo. La medida es vista como una consolidación de poder en el mercado, permitiendo a WWE acceder a uno de los semilleros de talento más importantes del mundo.



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El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, generó polémica al amenazar con retirar partidos del Mundial 2026 a ciudades gobernadas por demócratas, como Seattle y San Francisco, si las considera inseguras. Durante su mensaje desde el Despacho Oval, Trump dijo: "Si creemos que alguna ciudad puede ser siquiera un poco peligrosa para el Mundial (...) dado que se juega en tantas sedes, no lo permitiremos. Moveremos un poco las cosas. Pero espero que no sea necesario". Trump hizo especial énfasis en Seattle y San Francisco, señalando que están gobernadas por lo que llamó "lunáticos de la izquierda radical que no saben lo que se hacen". Estas declaraciones generaron preocupación entre autoridades locales y aficionados, ya que ambas ciudades tienen estadios programados para recibir partidos del torneo. El Lumen Field de Seattle, hogar de los Seattle Seahawks de la NFL, albergará seis partidos del Mundial 2026. Por su parte, el Levi's Stadium, ubicado en Santa Clara y sede de los San Francisco 49ers, también será escenario de seis encuentros. Estos recintos son parte de las 11 sedes que Estados Unidos compartirá con México y Canadá en la organización del torneo. Trump también mencionó que medidas similares podrían aplicarse para los Juegos Olímpicos de Los Ángeles en 2028, lo que amplió la polémica sobre la seguridad y la gestión de eventos deportivos de gran magnitud en ciudades gobernadas por demócratas. Aunque Estados Unidos coorganiza el Mundial 2026, Trump no tiene autoridad legal para cambiar la sede de ningún partido. Sin embargo, el mandatario mantiene una relación cercana con Gianni Infantino, presidente de la FIFA, quien sí tiene la capacidad de tomar decisiones sobre los lugares donde se jugarán los encuentros. Otras ciudades estadounidenses que recibirán partidos, como Los Ángeles, Nueva York, Atlanta, Houston, Boston o Philadelphia, también están gobernadas por demócratas, lo que podría generar más tensiones si el presidente decide intervenir o presionar para modificar sedes. El sorteo de la Copa del Mundo 2026 se realizará el próximo 5 de diciembre en Washington, con la asistencia prevista de Trump. La expectativa es conocer los grupos y enfrentar posibles disputas sobre la seguridad en las ciudades seleccionadas, un tema que ha ganado relevancia tras las declaraciones del mandatario. Analistas señalan que, más allá de la retórica política, cualquier cambio de sede sería complejo y requeriría de negociaciones internacionales, ya que el Mundial es un evento con reglas estrictas de organización y planificación a largo plazo.


