
La Lucha Libre Mexicana Brilla en Combate de Relevos Australianos
El estilo único y espectacular de la lucha libre mexicana se robó el espectáculo en Worlds Collide durante un combate de relevos australianos de ocho hombres. El equipo representativo de AAA, conformado por La Parka, Octagón Jr., Laredo Kid y Mascarita Sagrada, obtuvo una contundente victoria sobre un combinado de talento de WWE y NXT. El equipo rival estuvo integrado por figuras con raíces latinas como Lince Dorado y los miembros de Legado del Fantasma, Joaquín Wilde y Cruz del Toro, acompañados por el icónico mini luchador de AAA, Mini Abismo Negro. Desde el inicio, la lucha se convirtió en una exhibición de agilidad, velocidad y movimientos aéreos, características distintivas del pancracio mexicano. La Parka, con su carisma inigualable, y Octagón Jr., heredero de una leyenda, lideraron la ofensiva, mientras que Laredo Kid deslumbró con sus vuelos de alto riesgo. Mascarita Sagrada, por su parte, demostró por qué es considerado uno de los mejores minis de la historia, enfrentándose sin miedo a oponentes de mayor tamaño y ejecutando maniobras complejas que fueron ovacionadas por el público en Las Vegas. El equipo de WWE/NXT no se quedó atrás, con Wilde y Del Toro mostrando la química que los ha hecho destacar en la marca de desarrollo. Sin embargo, la sinergia y el ritmo vertiginoso del equipo de AAA fueron superiores, culminando en una victoria que fue celebrada como un triunfo para la lucha libre mexicana en un escenario global. Este combate sirvió como una excelente vitrina para el talento de AAA, demostrando su capacidad para cautivar a una audiencia internacional.


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El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, generó polémica al amenazar con retirar partidos del Mundial 2026 a ciudades gobernadas por demócratas, como Seattle y San Francisco, si las considera inseguras. Durante su mensaje desde el Despacho Oval, Trump dijo: "Si creemos que alguna ciudad puede ser siquiera un poco peligrosa para el Mundial (...) dado que se juega en tantas sedes, no lo permitiremos. Moveremos un poco las cosas. Pero espero que no sea necesario". Trump hizo especial énfasis en Seattle y San Francisco, señalando que están gobernadas por lo que llamó "lunáticos de la izquierda radical que no saben lo que se hacen". Estas declaraciones generaron preocupación entre autoridades locales y aficionados, ya que ambas ciudades tienen estadios programados para recibir partidos del torneo. El Lumen Field de Seattle, hogar de los Seattle Seahawks de la NFL, albergará seis partidos del Mundial 2026. Por su parte, el Levi's Stadium, ubicado en Santa Clara y sede de los San Francisco 49ers, también será escenario de seis encuentros. Estos recintos son parte de las 11 sedes que Estados Unidos compartirá con México y Canadá en la organización del torneo. Trump también mencionó que medidas similares podrían aplicarse para los Juegos Olímpicos de Los Ángeles en 2028, lo que amplió la polémica sobre la seguridad y la gestión de eventos deportivos de gran magnitud en ciudades gobernadas por demócratas. Aunque Estados Unidos coorganiza el Mundial 2026, Trump no tiene autoridad legal para cambiar la sede de ningún partido. Sin embargo, el mandatario mantiene una relación cercana con Gianni Infantino, presidente de la FIFA, quien sí tiene la capacidad de tomar decisiones sobre los lugares donde se jugarán los encuentros. Otras ciudades estadounidenses que recibirán partidos, como Los Ángeles, Nueva York, Atlanta, Houston, Boston o Philadelphia, también están gobernadas por demócratas, lo que podría generar más tensiones si el presidente decide intervenir o presionar para modificar sedes. El sorteo de la Copa del Mundo 2026 se realizará el próximo 5 de diciembre en Washington, con la asistencia prevista de Trump. La expectativa es conocer los grupos y enfrentar posibles disputas sobre la seguridad en las ciudades seleccionadas, un tema que ha ganado relevancia tras las declaraciones del mandatario. Analistas señalan que, más allá de la retórica política, cualquier cambio de sede sería complejo y requeriría de negociaciones internacionales, ya que el Mundial es un evento con reglas estrictas de organización y planificación a largo plazo.


