La influencia de esta alianza ya se ha hecho visible en otros ámbitos del entretenimiento deportivo. Un ejemplo claro fue la histórica pelea de boxeo entre Saúl 'Canelo' Álvarez y Terence Crawford, un evento promovido en parte por Dana White, presidente de UFC (también propiedad de TKO), que fue transmitido exclusivamente por Netflix. Durante la promoción de este combate, se utilizaron los canales oficiales de WWE en plataformas como YouTube para transmitir las peleas preliminares, demostrando una sinergia entre las marcas bajo el paraguas de TKO y su nuevo socio de streaming. Este movimiento estratégico indica que TKO planea utilizar a Netflix no solo para la lucha libre, sino como un destino central para sus eventos deportivos de gran escala, alcanzando a los más de 300 millones de suscriptores de la plataforma a nivel mundial. Para WWE, esto representa una oportunidad de captar nuevas audiencias y consolidar su presencia en un mercado digital cada vez más competitivo, alejándose progresivamente de los modelos tradicionales de televisión por cable y pago por evento.