Esta medida, incluida en la Iniciativa de Ley de Ingresos, afectará a millones de personas que mantienen su dinero en cuentas de ahorro, depósitos a plazo, fondos de inversión y otros productos financieros. En la práctica, por cada mil pesos de capital que generen intereses, las instituciones financieras retendrán nueve pesos de forma provisional, en comparación con los cinco pesos que se retienen en 2025. Este ajuste se produce después de que en 2024 la tasa ya hubiera subido considerablemente desde el 0.15%. Aunque se trata de un pago provisional que se ajusta en la declaración anual, el efecto inmediato es una reducción en el rendimiento neto que reciben los ahorradores. Según la Encuesta Nacional de Inclusión Financiera (ENIF) 2024, más de 54.5 millones de mexicanos poseen una cuenta de ahorro, lo que dimensiona el amplio impacto de esta medida fiscal. El gobierno no explicó en la Ley de Ingresos la metodología para decidir este incremento, a diferencia de años anteriores.