El gobierno estima que esta política protegerá alrededor de 325 mil empleos. La reacción de China fue inmediata y contundente; el portavoz de la cancillería, Lin Jian, declaró que su país “se opone firmemente a cualquier coerción de otros para imponer restricciones a China bajo distintos pretextos”. La Cámara de Comercio y Tecnología México-China (ChinaCham) advirtió sobre un “impacto inflacionario sin precedentes” y un riesgo para las inversiones. Por otro lado, la Asociación Mexicana de la Industria Automotriz (AMIA) respaldó la medida al considerar que fomenta un “mercado justo”, mientras que la Asociación Mexicana de Distribuidores de Automotores (AMDA) alertó que amenaza inversiones por más de 60 mil millones de pesos y 32 mil empleos directos en agencias de marcas chinas. A pesar de las advertencias, un análisis de Bloomberg sugiere que los autos chinos podrían seguir siendo competitivos incluso con el arancel del 50%, debido a sus bajos costos de producción.