El gasto total en pensiones para 2026 ascenderá a 2.3 billones de pesos, pero por primera vez desde 2018, el presupuesto contempla una reducción en los montos para las pensiones contributivas del IMSS (-2.5%) y el ISSSTE (-2.3%). En contraste, los programas de la Secretaría del Bienestar recibirán un fuerte impulso, con un crecimiento del 13.5%, consolidando un cambio en las prioridades del gasto social del gobierno. Según un análisis del Centro de Investigación Económica y Presupuestaria (CIEP), el incremento general del 3.7% en el gasto pensional es el más bajo en ocho años, muy por debajo del promedio de 8.5% registrado en ese periodo.
La bolsa para pensiones contributivas, que incluye al IMSS, ISSSTE, Pemex y CFE, sumará 1.7 billones de pesos, con un aumento marginal de apenas 0.05%. Esta cifra es considerada poco creíble por el CIEP, dado que el número de pensionados crece a un ritmo del 3% anual y el gasto ya había aumentado 6.6% hasta julio de 2025. Por otro lado, las pensiones del Bienestar alcanzarán los 619 mil 703 millones de pesos, destacando un aumento del 266% para la nueva Pensión Mujer Bienestar.
El CIEP alerta que el gasto en pensiones equivale a 2.3 veces lo destinado a salud y 1.9 veces a educación, lo que presiona las finanzas públicas e impide financiar adecuadamente otros derechos.
En resumenEl presupuesto para pensiones en 2026 muestra un cambio estructural: mientras el gasto total crece a un ritmo menor, se recortan recursos para el IMSS y el ISSSTE para priorizar los programas de la Secretaría del Bienestar. Esta reasignación, que destina 2.3 billones de pesos al rubro, evidencia las crecientes presiones fiscales y el enfoque del gobierno en las transferencias directas no contributivas.