La medida ha generado un debate sobre su impacto real en los pequeños y medianos ahorradores. La Secretaría de Hacienda y Crédito Público (SHCP) ha defendido la medida, asegurando que “no implica un incremento en los impuestos” sino una actualización a un esquema ya existente que “facilita a los contribuyentes cumplir con su obligación fiscal mediante pagos parciales”.

Según la dependencia, los pequeños ahorradores con saldos menores a 206,000 pesos seguirán exentos, y quienes ganen menos de 400,000 pesos al año podrán optar por no presentar declaración anual. Sin embargo, analistas y representantes de la oposición advierten que la medida sí afectará a los ahorradores, especialmente a los más pequeños que no presentan declaración anual, para quienes la retención se convierte en un pago definitivo. El abogado fiscalista Bernardo Elizondo Ríos señaló que “para el pequeño ahorrador que no presenta su declaración anual, pues a esto le va a afectar en una forma más importante”. Además, el incremento en la retención se produce en un contexto de bajas esperadas en las tasas de interés, lo que podría reducir aún más los rendimientos reales. El PRI del Estado de México calificó la medida como un atentado contra los trabajadores y las Pymes. La presidenta Claudia Sheinbaum negó que se trate de un aumento, explicando que es un cambio en la dinámica donde la retención se realiza al principio y se devuelve en la declaración.