Aunque México es considerado autosuficiente en la producción de este grano para consumo humano, la logística interna juega un papel crucial.

José Cacho, vicepresidente de Grupo Empresarial G, explicó que trasladar maíz desde Sinaloa, el principal estado productor, a regiones del sureste puede costar hasta 3,000 pesos por tonelada, mientras que importarlo desde Nueva Orleans por vía marítima puede costar cerca de 400 pesos. Esta diferencia de costos hace que, para ciertas regiones del país, sea más rentable importar el grano. Juan Carlos Anaya, director de GCMA, advirtió que de mantenerse esta tendencia, México podría superar el millón de toneladas de maíz blanco importado al cierre del año, estableciendo nuevos récords y consolidando la dependencia del mercado estadounidense. A pesar de que la producción nacional estimada de 20.4 millones de toneladas para el ciclo 2024-2025 garantizaría el abasto, esta cifra representa una baja del 13.2% respecto al ciclo anterior.