La Cámara de Diputados aprobó una reforma a la Ley del Impuesto Especial sobre Producción y Servicios (IEPS) para 2026, que contempla aumentos significativos a productos de consumo popular y la creación de nuevos gravámenes, con una recaudación estimada de 761.5 mil millones de pesos. La medida, impulsada por Morena y sus aliados, impactará directamente el bolsillo de los consumidores. El IEPS a bebidas saborizadas con azúcar se incrementará en un 87%, pasando de 1.64 a 3.08 pesos por litro. Tras un acuerdo con la industria, las bebidas con edulcorantes no calóricos (“light” o “zero”) pagarán una cuota reducida de 1.5 pesos por litro.
En cuanto al tabaco, la tasa para cigarros aumentará del 160% al 200%. Además, se crearon nuevos impuestos: un 8% para videojuegos con contenido violento o para adultos y un alza en la tasa para juegos con apuestas y sorteos, que pasará del 30% al 50%, incluyendo por primera vez a las plataformas digitales.
El gobierno argumenta que estos “impuestos saludables” buscan desincentivar el consumo de productos nocivos y proteger la salud pública. Sin embargo, la oposición y algunos sectores empresariales, como Coparmex, han calificado la medida como “meramente recaudatoria” y regresiva, advirtiendo que “grava a los pobres” y no garantiza mejoras en la salud. El economista Arturo Herrera señaló que “este impuesto, al que más afecta, es a los pobres, debido a que son los que más consumen este tipo de producto”. La reforma también incluye sueros orales que no cumplan con la fórmula de la OMS, los cuales pagarán 3.08 pesos por litro.
En resumenLa reforma al IEPS para 2026 introduce alzas fiscales significativas en productos de alto consumo, como refrescos y cigarros, y crea nuevos impuestos para videojuegos y apuestas. Mientras el gobierno defiende la medida como una estrategia de salud pública, críticos advierten sobre su impacto regresivo en la economía de las familias de menores ingresos y su verdadero fin recaudatorio.