La medida responde a una investigación bajo la Sección 232, que justifica los aranceles por razones de seguridad nacional. La decisión ha sido vista como una estrategia para incentivar la producción en territorio estadounidense, en un contexto donde Estados Unidos importa cerca del 78% de sus camiones desde México. Paralelamente, Trump concedió una prórroga de cinco años a un acuerdo que permite a fabricantes estadounidenses como Ford y General Motors reducir aranceles sobre autopartes importadas, una concesión lograda tras meses de presión por parte de la industria para aliviar los costos derivados de otros gravámenes al acero y aluminio.