“Este impuesto nos obligaría a trasladar el impacto a los precios. (...) sin duda habrá un impacto en el volumen el próximo año”, afirmó.

Por su parte, Ian Craig, director general de Coca-Cola FEMSA, indicó que la empresa se adaptará a estas “condiciones operativas desafiantes” a través de un modelo de crecimiento sostenible, control de costos y ajustes en la inversión. Especialistas como Ivan Benumea de Fundar consideran que, aunque positivo, el incremento es insuficiente para desincentivar radicalmente el consumo, que en México asciende a 166 litros por persona al año. Según Benumea, para que el impuesto sea efectivo, debería incrementar el precio final en más del 20%, lo que requeriría una cuota de 7 pesos por litro. Actualmente, el IEPS representa menos del 6% del precio final de un refresco.