La Secretaría de Hacienda y Crédito Público (SHCP) estima una recaudación extra de 42 mil millones de pesos para 2026 gracias a los ajustes en el Impuesto Especial sobre Producción y Servicios (IEPS) a productos como bebidas azucaradas, tabaco y videojuegos. Esta medida, defendida como una estrategia de salud pública, ha generado un intenso debate en el Senado por sus posibles repercusiones económicas y sociales. Durante su comparecencia ante comisiones del Senado, el subsecretario de Ingresos, Carlos Gabriel Lerma Cotera, desglosó la proyección: 35 mil millones de pesos provendrán del alza al IEPS en bebidas saborizadas y con edulcorantes, 5 mil millones corresponderán al impuesto sobre tabacos, y cerca de 1,180 millones de pesos se obtendrán de ajustes a juegos, sorteos y videojuegos violentos. Lerma Cotera defendió la medida asegurando que busca desincentivar el consumo de productos nocivos y reducir los altos costos que enfermedades como la diabetes generan al sistema de salud pública. Sin embargo, senadores de oposición y de Morena expresaron su preocupación.
La senadora Nora Ruvalcaba advirtió sobre la posible pérdida de hasta 150 mil empleos y cuestionó si el gravamen será inflacionario y regresivo.
En respuesta, el subsecretario negó que se prevea “una pérdida de empleo relevante ni en los productores ni en las tienditas”, argumentando que existen productos sustitutos. La senadora priista Claudia Anaya criticó que estos recursos no se etiqueten directamente para el sector salud, a lo que el funcionario respondió que, al ser un ingreso participable, parte de la recaudación se distribuirá entre las entidades federativas.
En resumenEl gobierno mexicano espera recaudar 42 mil millones de pesos adicionales en 2026 mediante el aumento de impuestos a refrescos, cigarros y otros productos. Mientras Hacienda justifica la medida por razones de salud pública, en el Congreso persisten las preocupaciones sobre el impacto en el empleo, la inflación y el poder adquisitivo de la población de menores recursos.