Las protestas, que se extendieron por más de 72 horas, afectaron rutas logísticas clave y provocaron la suspensión de operaciones en importantes plantas automotrices. La Cámara Nacional de la Industria de Transformación (Canacintra) informó que las pérdidas se debieron a "retrasos en transporte, cancelación de entregas, costos extraordinarios de almacenaje y desabasto temporal de insumos industriales y alimentos básicos". Las afectaciones repercutieron directamente en el cierre parcial de operaciones en empresas como Audi en Puebla, y General Motors en sus plantas de Silao, San Luis Potosí y Ramos Arizpe, debido a la imposibilidad de recibir insumos. La firma Audi México indicó en un comunicado que suspendió sus operaciones y confía en "una pronta solución a esta situación para poder reanudar las actividades productivas lo antes posible".
Los agricultores, principalmente de Guanajuato, Jalisco y Michoacán, protestaron para exigir un precio justo para el maíz, demandando 7,200 pesos por tonelada frente a los bajos precios internacionales.
La Confederación Patronal de la República Mexicana (Coparmex) calificó las demandas como "legítimas" y llamó al Gobierno Federal a encontrar una solución efectiva. Tras días de negociaciones, la Secretaría de Agricultura y Desarrollo Rural (Sader) alcanzó un acuerdo con los productores para otorgar un subsidio de 950 pesos por tonelada, lo que permitió la liberación de la mayoría de las vías.













