Las aerolíneas afectadas son Aeroméxico, Volaris y Viva Aerobus.

La presidenta Claudia Sheinbaum rechazó la medida, afirmando que "México no es piñata de nadie, a México se le respeta", y argumentó que la decisión de mover la carga al AIFA fue por razones de "protección civil" para desaturar el AICM. Sin embargo, diputados de oposición, como el panista Héctor Saúl Téllez, calificaron la situación como consecuencia de los "caprichos del ex Presidente Andrés Manuel López Obrador". El sector empresarial ha expresado su preocupación; la Concanaco Servytur advirtió que la medida impactará al turismo de negocios, mientras que la Amacarga alertó sobre retrasos y mayores costos logísticos.