Apenas se retuvo el 20%, la segunda proporción más baja en la historia reciente. En términos absolutos, los ingresos petroleros para la Federación sumaron 185,000 millones de pesos. Al descontar los apoyos devueltos a Pemex, el resultado es una pérdida neta de 195,000 millones de pesos para las finanzas públicas.

Esto significa que cada mexicano tuvo que aportar aproximadamente 1,471 pesos en impuestos para sostener a la empresa. El periodista Francisco Garfias señala que Pemex es un “barril sin fondo” y que el rescate financiero superó el gasto en educación.

Las proyecciones para 2026 no son alentadoras, ya que se espera que la Federación vuelva a transferir más recursos de los que recibirá de la compañía, con una pérdida estimada de 31,000 millones de pesos, o 230 pesos por persona.