Aunque la salida es definitiva, no será inmediata.

La empresa se encuentra en negociaciones avanzadas para vender su filial mexicana a Beyond ONE, propietaria de Virgin Mobile México, en una operación que se estima superaría los 500 millones de euros. Durante el proceso de transición, se espera que los servicios para los clientes de Movistar continúen sin interrupciones.

La expectativa es que los usuarios conserven su número telefónico y chip, migrando gradualmente al nuevo operador una vez que la venta sea aprobada por las autoridades regulatorias.

La salida de Telefónica reconfigurará el panorama de las telecomunicaciones en México, donde su participación de mercado ha disminuido en los últimos años frente a competidores como Telcel, AT&T y los operadores móviles virtuales.