La decimoquinta edición de El Buen Fin superó las expectativas iniciales, con un incremento en ventas de hasta un 30% para los comercios participantes y una marcada preferencia por los pagos electrónicos. Estos resultados consolidan al evento como un motor clave para la economía nacional, aunque la cautela del consumidor se hizo presente en el gasto promedio. Según la Confederación de Cámaras Nacionales de Comercio, Servicios y Turismo (Concanaco-Servytur), los sondeos preliminares indicaron que las ventas de los negocios se incrementaron un 30% durante los primeros días del evento, que se extendió del 13 al 17 de noviembre. Un dato destacado es la consolidación de los pagos digitales: el 89% de los dueños de negocios reportaron que sus clientes utilizaron tarjetas de débito o crédito para sus compras, lo que refleja una mayor bancarización y confianza en los medios electrónicos. Pese al auge del comercio en línea, que repuntó un 30%, las tiendas físicas mantuvieron su dominio, concentrando 6 de cada 10 compras.
Los productos más vendidos incluyeron electrónicos, electrodomésticos, ropa y calzado.
Sin embargo, existe una discrepancia en las cifras del gasto promedio: mientras algunos reportes de la Concanaco-Servytur señalan un ticket de 5,000 pesos, otros del mismo organismo y de la Profeco lo sitúan en un rango de 2,800 a 3,500 pesos.
Esta variación sugiere que, si bien hubo una alta participación, muchos consumidores actuaron con mayor selectividad y cautela, posiblemente debido a un entorno económico incierto.
El evento también generó empleo, ya que el 42% de los negocios encuestados reportó nuevas contrataciones, de las cuales el 92% fueron de carácter temporal. Los estados con mayor actividad comercial registrada fueron Tamaulipas, Veracruz, Ciudad de México, Querétaro, Nayarit y San Luis Potosí.
En resumenEl Buen Fin 2025 se caracterizó por un aumento generalizado del 30% en las ventas y un dominio de los pagos con tarjeta, que representaron el 89% de las transacciones. Aunque las compras en tiendas físicas prevalecieron, el gasto promedio mostró cifras dispares, sugiriendo una mayor cautela por parte de los consumidores. Los productos electrónicos y del hogar lideraron las preferencias.