Esta desaceleración contrasta con los volúmenes récord alcanzados en años anteriores, cuando Rusia se consolidó como un proveedor clave para el mercado mexicano.

Según el organismo de control de seguridad agrícola de Kaliningrado, Rusia ha enviado 58,000 toneladas métricas de trigo de calidad alimentaria a México en lo que va de 2025. Esta cifra representa una caída significativa en comparación con las 947,000 toneladas exportadas en 2023 y las 549,000 toneladas enviadas entre enero y septiembre de 2024. En 2021, cuando iniciaron las exportaciones, el volumen fue de apenas 30,000 toneladas. Este descenso se produce mientras Rusia, el mayor exportador de trigo del mundo, busca expandir su presencia en América Latina, Asia y África, utilizando sus terminales en el mar Báltico.

A pesar de la caída en los envíos a México, comerciantes europeos informaron que se vendieron dos cargamentos adicionales de entre 50,000 y 60,000 toneladas para su envío entre noviembre y diciembre. La estrategia de diversificación de Moscú busca reducir su dependencia de los mercados de Oriente Medio y aprovechar nuevas oportunidades comerciales en regiones emergentes. Para México, esta reconfiguración podría implicar la necesidad de fortalecer sus relaciones con otros proveedores para garantizar el abasto de este grano esencial.