México ha alcanzado una cifra récord de Inversión Extranjera Directa (IED), sumando casi 41 mil millones de dólares al cierre del tercer trimestre de 2025. Este hito, que representa un crecimiento del 15% respecto al mismo periodo de 2024, refleja una creciente confianza de los mercados internacionales en la economía del país. El secretario de Economía, Marcelo Ebrard, informó que el monto preliminar de IED acumulado entre enero y septiembre de 2025 ascendió a 40,906 millones de dólares, superando los 35,737 millones del mismo lapso en 2024. Este desempeño fue impulsado principalmente por un notable repunte en el rubro de nuevas inversiones, que se triplicaron al pasar de 2,060 millones a 6,563 millones de dólares. En contraste, la reinversión de utilidades, aunque sigue siendo el componente mayoritario con 27,749 millones, disminuyó su peso relativo del 86% al 68% del total. Ebrard atribuyó este dinamismo a la confianza en la administración actual, afirmando que “eso significa confianza en el gobierno de la Presidenta Sheinbaum, eso significa expectativa positiva en favor de México”.
Desde 2018, la IED acumulada ha crecido un 69%.
Estados Unidos se mantuvo como el principal inversor, concentrando el 39.5% de los flujos, seguido por España, que registró una recuperación significativa al pasar de cifras negativas en 2024 a 5,765 millones de dólares este año.
Los sectores más beneficiados fueron la industria manufacturera (37.1%), los servicios financieros (25.1%) y la construcción.
Geográficamente, la Ciudad de México lideró la captación con el 55.8% del total, seguida por Nuevo León y el Estado de México. Analistas de Banamex ajustaron al alza su previsión, estimando que la IED podría alcanzar los 43,200 millones de dólares al cierre de 2025.
En resumenEl récord de IED en 2025, impulsado por un drástico aumento en nuevas inversiones, posiciona a México favorablemente en el escenario global. A pesar de una disminución en la reinversión de utilidades, el flujo de capital fresco hacia sectores clave y la consolidación de Estados Unidos como principal inversor subrayan el atractivo del país ante la reconfiguración de las cadenas de suministro.