El heroico acto de Alicia Matías Teodoro, de 49 años, quien protegió con su propio cuerpo a su nieta de dos años durante la explosión en Iztapalapa, conmovió a México. Su historia de sacrificio, sin embargo, se vio envuelta en confusión debido a reportes contradictorios sobre su fallecimiento. Alicia, quien trabajaba como checadora de transporte público en la zona del accidente, fue alcanzada por las llamas mientras caminaba con su nieta, Azuleth. En un acto instintivo, cubrió a la pequeña, sufriendo quemaduras en el 98% de su cuerpo. Gracias a su acción, la niña sobrevivió, aunque con quemaduras de tercer grado en brazos y piernas, pero reportada como estable.
Imágenes difundidas en redes sociales mostraron a Alicia, visiblemente herida, entregando a su nieta a un policía para que la pusiera a salvo.
Inicialmente, fue internada en estado crítico en la Clínica 53 del IMSS y posteriormente trasladada al Hospital Magdalena de las Salinas. La noche del 11 de septiembre, la Secretaría de Salud de la Ciudad de México la incluyó en la lista oficial de las nueve víctimas mortales.
Sin embargo, horas después, diversos medios reportaron que su familia desmentía la información, asegurando que seguía con vida y luchando en el hospital.
Su hermana Sara declaró a reporteros: “Mi hermana no ha fallecido, sigue viva y sigue luchando para salir adelante”.
Esta discrepancia entre la información oficial y la familiar generó una considerable confusión, reflejando el caos informativo que rodeó a la tragedia y la angustia de sus seres queridos.
En resumenEl acto de valentía de Alicia Matías Teodoro, que le costó quemaduras gravísimas para salvar a su nieta, se convirtió en un símbolo de amor incondicional. La controversia sobre su fallecimiento, con una versión oficial contradicha por su familia, subraya el dolor y la incertidumbre que enfrentaron las víctimas de la explosión.