Según relataron sus familiares, se dirigían a Los Reyes La Paz para recoger un regalo que Misael había comprado para el pequeño, a quien cuidaba como a un hijo.

Su vehículo quedó envuelto en llamas tras la explosión.

Misael fue trasladado al Instituto Nacional de Rehabilitación (INR) con quemaduras extensas, donde lamentablemente perdió la vida horas después.

Su identidad fue confirmada por una sobrina, Paola Cano, y lamentada públicamente por la alcaldesa de Iztapalapa, Aleida Alavez Ruiz. La tragedia para la familia se agudizó con el estado de salud de sus descendientes. Se informó que su hija fue inducida al coma debido a la gravedad de sus lesiones, mientras que su nieto también se reportaba grave. Incluso, surgieron versiones sobre la posibilidad de que el menor fuera trasladado a una clínica especializada en quemaduras en Texas, Estados Unidos, para recibir tratamiento especializado, evidenciando la severidad de sus heridas y la desesperación de la familia por salvarlo.