Según los reportes, fue atacado por sicarios mientras se encontraba en una tienda ubicada en la calle Javier Mina.

El crimen ocurrió en un contexto de violencia creciente en el municipio, que ha llevado a las autoridades locales a tomar medidas drásticas. De hecho, el cabildo de Navolato, junto con el de San Ignacio, había anunciado previamente la cancelación de las verbenas populares y festejos masivos del 15 de septiembre. La decisión se tomó para priorizar la seguridad de los ciudadanos ante el clima de inseguridad y los enfrentamientos registrados en la zona, como los ocurridos en las comunidades de Sataya y Caimancito. Este homicidio en un espacio público como un abarrote refuerza la percepción de riesgo entre la población y justifica la preocupación de las autoridades municipales. La Fiscalía General del Estado de Sinaloa inició la investigación correspondiente para esclarecer el móvil del crimen y dar con los responsables.