Durante la inspección del área, se encontraron otros dos cuerpos a una distancia de aproximadamente 100 metros entre sí, ambos también masculinos y con características físicas similares.

Según información extraoficial, las víctimas presentaban lesiones visibles en la cabeza, lo que sugiere una ejecución.

Uno de ellos vestía una chamarra roja tipo camuflaje, mientras que el otro portaba una sudadera gris a cuadros. En la escena del segundo hallazgo, los peritos de la fiscalía localizaron dos indicios balísticos: un cartucho percutido y uno útil, ambos de calibre 9 mm, lo que refuerza la hipótesis de un homicidio con arma de fuego. El acceso al terreno, que solo es posible a pie, complicó las labores de las autoridades para procesar la escena del crimen y recuperar los cuerpos. Este multihomicidio se suma a la creciente lista de hechos violentos en la ciudad fronteriza, donde la disputa entre grupos del crimen organizado por el control del territorio es una constante.