Tras su desaparición, familiares y autoridades activaron una Alerta Amber para su localización, temiendo que su integridad estuviera en peligro. La búsqueda terminó trágicamente el jueves 25 de septiembre, cuando su cuerpo fue localizado en una habitación del Hotel Casarru, en la colonia Icacos, a solo unos metros de donde había sido visto por última vez. Según los primeros informes, el personal de limpieza del hotel encontró el cadáver, que presentaba múltiples golpes.

Las autoridades forenses determinaron posteriormente que la causa de muerte fue una combinación de las lesiones y asfixia. La Fiscalía General del Estado de Guerrero ha iniciado una carpeta de investigación para esclarecer el homicidio y dar con los responsables. Hasta el momento, no se han reportado detenciones ni se ha establecido un móvil claro para el crimen.

La comunidad estudiantil y la sociedad en general han expresado su indignación, demandando justicia para Omar Kalid y acciones contundentes para garantizar la seguridad de los jóvenes en Acapulco.