Sus búsquedas, iniciadas en distintos momentos y lugares, concluyeron trágicamente en el mismo punto, conectando casos que hasta ahora no tenían relación aparente.

El hallazgo del rancho se produjo después de que los captores de la maestra Irma la obligaran a grabar un video antes de asesinarla, confesando que el móvil era su negativa a pagar “derecho de piso”. La investigación de este crimen llevó a las autoridades al predio, donde se encontraron al menos cuatro cuerpos adicionales.

Colectivos de búsqueda y medios locales sugieren que podría haber hasta diez fosas en el lugar, lo que aumenta la posibilidad de encontrar más víctimas.

Mientras un cuarto cuerpo sigue sin identificar, los restos de Belén, Xóchitl y Jimena ya fueron entregados a sus familias.