En septiembre de 2024, interpuso una denuncia formal contra un hombre identificado como Eduardo “E”, lo que resultó en una orden de restricción para prohibirle “realizar conductas de intimidación o molestia”.

A pesar de esta medida, el ataque se consumó. Además, entre sus pertenencias se encontró un recibo de una transferencia bancaria por 1.75 millones de pesos, un detalle que se suma a las pesquisas de la Fiscalía General de Justicia de la Ciudad de México, que ya analiza las cámaras de videovigilancia de la zona para identificar a los responsables.