Tras la cirugía, la adolescente sufrió un paro cardiorrespiratorio e inflamación cerebral, permaneciendo en coma inducido hasta su deceso. El padre descubrió la verdad en el velorio al notar que su hija portaba un corpiño quirúrgico, lo que lo llevó a presentar una denuncia formal.

La madre y el padrastro fueron detenidos el 27 de septiembre y enfrentan cargos por omisión de cuidados, falsificación de documentos y usurpación de funciones.

La fiscalía evalúa reclasificar el caso como homicidio. El caso ha provocado la suspensión provisional de Víctor N. por parte de la Asociación Mexicana de Cirugía Plástica, Estética y Reconstructiva (AMCPER) y ha impulsado una iniciativa de ley en Durango para prohibir cirugías estéticas en menores, salvo en casos reconstructivos.