En el lugar se aseguraron armas largas, armas cortas, chalecos tácticos y ponchallantas. Este suceso representa el segundo ataque en menos de quince días contra el personal de seguridad de la familia del gobernador y eleva a 56 el número de policías asesinados en Sinaloa en 2025, en medio de una pugna interna del Cártel de Sinaloa.