Según los informes periciales, el calibre del arma utilizada fue 45 mm.

La víctima, cuya identidad no ha sido revelada, vestía una camisa tipo polo de color blanco, pantalón negro y sandalias. La zona fue inmediatamente acordonada por los efectivos militares para preservar la escena del crimen, permitiendo que los peritos de la Dirección General de Investigación Pericial y agentes de la Fiscalía General del Estado realizaran las diligencias correspondientes. Los investigadores recabaron evidencias en el lugar antes de que el cuerpo fuera trasladado a las instalaciones del Servicio Médico Forense para la necropsia de ley. Este homicidio se suma a la creciente ola de violencia que afecta a Culiacán, donde los ataques armados en la vía pública se han vuelto recurrentes, generando un clima de inseguridad y temor entre la población.