Aunque fue encontrada con vida por sus familiares y trasladada a una clínica del IMSS, falleció horas después debido a la gravedad de las lesiones.

La víctima dejó en orfandad a tres hijas pequeñas.

Durante el sepelio, familiares y vecinos, vestidos de blanco, portaron pancartas con la leyenda "Justicia para Rosa Isela", clamando que el responsable sea castigado y expresando su temor de que pueda huir a Estados Unidos, ya que, según testimonios, su padre suele viajar a ese país. La Fiscalía General del Estado investiga el caso como feminicidio, aunque la situación jurídica del presunto agresor es compleja debido a su edad, lo que ha generado un debate sobre la aplicación de la Ley Nacional del Sistema Integral de Justicia Penal para Adolescentes y la impunidad en delitos cometidos por menores.