Su cuerpo presentaba signos de violencia, se encontraba maniatado y con cinta en la boca. La desaparición de Joseline ocurrió el viernes 3 de octubre, después de que acudiera al Centro de Atención al Niño Autista (Canam) para recoger a su hijo de tres años. Horas más tarde, su vehículo fue localizado con el menor ileso en su interior, pero sin rastro de ella.

La Fiscalía General del Estado (FGE) emitió una ficha de búsqueda, y sus tatuajes fueron clave para la posterior identificación. El hallazgo del cuerpo se produjo la mañana del sábado 4 de octubre en el canal Tulichek. Aunque la familia la reconoció por sus rasgos, se está a la espera de las pruebas genéticas confirmatorias.

El secretario de Seguridad de Baja California informó que el presunto feminicida podría formar parte de un grupo criminal local.

Aunque en medios locales circuló la imagen de un hombre detenido, presuntamente su pareja, las autoridades no han confirmado oficialmente esta información.

Este caso se suma a otro feminicidio ocurrido el mismo sábado en Mexicali, donde una mujer de 68 años fue asesinada a balazos dentro de un vehículo.