Su cuerpo fue encontrado con impactos de bala tras ser reportado como desaparecido, y fue sepultado en su natal Changata, en la región de Tierra Caliente. El sacerdote de 58 años, quien ejercía su labor pastoral en la parroquia de San Cristóbal de Mezcala desde 2018, fue reportado como desaparecido el 4 de octubre después de oficiar una misa. Su cuerpo fue localizado sin vida la tarde del 6 de octubre dentro de su vehículo en la carretera federal México-Acapulco, cerca de la localidad de Milpillas. La Fiscalía General del Estado de Guerrero confirmó que presentaba heridas por arma de fuego. El funeral, celebrado en su comunidad natal, fue oficiado por el obispo de la Diócesis Chilpancingo-Chilapa, José de Jesús González Hernández, y el obispo de Altamirano, Joel Campos Gorostieta, quienes lamentaron el suceso y destacaron la entrega del padre Bertoldo a su comunidad.

Las autoridades manejan varias líneas de investigación. El secretario de Seguridad y Protección Ciudadana, Omar García Harfuch, informó que una de las principales hipótesis apunta al chofer del sacerdote, quien se encuentra prófugo. Sin embargo, otras voces, como la del coordinador del Diálogo Nacional por la Paz, Jorge Atilano González, sugieren que el crimen podría estar relacionado con los conflictos por el control de las minas en la región de Mezcala, una zona disputada por grupos del crimen organizado, aunque no se tenía conocimiento de amenazas directas contra el párroco. La Iglesia Católica ha expresado su profunda consternación por la violencia que nuevamente afecta a sus miembros.