El resultado fue fatal, aunque las cifras varían entre las fuentes: un artículo reporta seis muertos y dos heridos, mientras que otro menciona cinco fallecidos y tres heridos.

Las víctimas eran jornaleros que trabajaban en la región y no hay indicios de que estuvieran armados. La presidenta Claudia Sheinbaum calificó el suceso como "lamentable" y aseguró que no quedará impune, distanciando la política de su gobierno de la de administraciones pasadas. "No somos la guerra contra el narco de Calderón, en donde se permitía la excepción de disparar (...).

Aquí no.

Solo se responde ante una agresión", subrayó.

Los soldados involucrados fueron relevados de sus funciones y puestos a disposición del Ministerio Público Federal, mientras la Fiscalía General de la República (FGR) y la Fiscalía de Justicia Militar han abierto sus respectivas carpetas de investigación.