Las autoridades han intensificado la búsqueda del presunto agresor, quien se encuentra prófugo.

El crimen ocurrió el 3 de octubre en la localidad de Atencingo, cuando el adolescente presuntamente ingresó a la vivienda de Rosa Isela con la intención de robar. Al ser descubierto, el menor la habría atacado con un arma blanca, causándole múltiples heridas en el brazo, tórax y un pulmón, las cuales le provocaron la muerte. La víctima dejó en orfandad a tres hijas.

El secretario de Seguridad Pública de Puebla, Francisco Sánchez González, confirmó que este caso guarda similitudes con el ocurrido el 1 de marzo en Lomas de Angelópolis, donde otro menor, también de 13 años, asesinó a una mujer de nacionalidad argentina. La Fiscalía General del Estado ha revelado que en el caso de Rosa Isela podrían estar involucrados hasta tres menores de edad, quienes fueron vistos por pobladores saliendo del domicilio con manchas de sangre en la ropa. Este patrón de violencia juvenil ha llevado a las autoridades a proponer un reforzamiento en el área de Prevención del Delito, con un enfoque en talleres y vinculación directa con centros educativos y padres de familia para atender las causas de fondo de esta alarmante tendencia.