Tras el suceso, las actividades académicas fueron suspendidas de inmediato.

Testimonios y las primeras investigaciones indican que los perros no eran callejeros, sino que habitaban permanentemente en la escuela. Trascendió que los animales eran resguardados en un salón durante el día y liberados por la noche para actuar como vigilantes.

La Fiscalía General de Justicia del Estado de México (FGJEM) inició una investigación y detuvo a la directora del plantel y al conserje para deslindar responsabilidades. El gobierno municipal de Huehuetoca informó que cubrirá los gastos funerarios y brindó apoyo a la familia de la víctima, mientras que los menores lesionados ya se encuentran en casa tras ser valorados por el DIF. Este caso se suma a otros ataques mortales de jaurías en la región, evidenciando un grave problema de salud pública relacionado con los más de 5 millones de perros en situación de abandono estimados en la entidad.